sábado, 12 de abril de 2008

Las cuevas en Punta del Este


Aunque las palabras siempre serán insuficientes para describir a la Isla de la Juventud y los cayos adyacentes, pues se requiere del contacto físico con la riquezas que conforman un conjunto de ecosistemas con un alto valor genético en la flora, la fauna y el paisaje, en los que aparece un alto endemismo, resultado de la creadora naturaleza, que además le proporciona a estos parajes un alto potencial turístico, por sus azules playas, colorido diverso de las arenas según sus orígenes, las aguas mineromedicinales y de mesa y por el carácter insular del territorio que lo hacen de mucha fragilidad ecológica, quería compartir con ustedes un comentario sobre unos de los lugares más atractivos de esta isla.

Quiero hacer referencia a la zona de Punta del Este que se extiende por espacio de tres kilómetros hasta la Punta de Seboruco en el sureste de la l Isla. Se trata de un acantilado que penetra tierra adentro y tiene grutas que por su importancia arqueológica son de las más notables de la zona de las Antillas.
En Punta del Este sobresalen cuevas que están catalogadas como uno de los conjuntos espeleo-arqueológicos más significativos de Cuba. Dichas cuevas presentan un gran valor científico-cultural puesto que allí se descubrieron valiosas pictografías, cuyo conjunto representa la tercera pare de los dibujos rupestres hallados en el archipiélago cubano.
En un farallón calcáreo a unos 200 metros de la playa se encuentra la cueva número uno que también ha sido identificada como de los Indios, del Humo y de la Isla, en la cual hay 213 pictografías indo cubanas mayoritariamente formadas por círculos concéntricos en series coloreadas ya que alternan el rojo y el negro.
Una de estas pictografías fue interpretada por el sabio cubano Don Fernando Ortiz como un calendario lunar porque es un gran círculo formado por 56 líneas, 28 de rojo e igual número en negro, que pueden simbolizar los días y las noches. En 1922 Fernando Ortiz realizó la primera investigación científica a estas cuevas que fueron descubiertas a principios del siglo veinte por el doctor Freman Lane. Él navegaba por el extremo suroriental de la actual Isla de la Juventud cuando su embarcación naufragó y entonces al dirigirse hacia tierra firme encontró las citadas cuevas que también han sido calificadas por otro destacado investigador cubano, el doctor Antonio Núñez Jiménez, como un templo de la prehistoria ya que en ellas se reflejan aspectos importantes de la comunidad que a lo largo de milenios vivió y creó en nuestro territorio.
La cueva número uno de las existentes en esta zona de Punta del Este ha sido calificada además como la capilla sixtina de los aborígenes cubanos. Se encuentra al final de una larga playa oculta por los desniveles del terreno y la vegetación.
Por su situación geográfica constituye un formidable observatorio natural astronómico. Su entrada es de nueve metros de ancho por tres de alto. Cuenta con un salón amplio y no muy alto con siete claraboyas naturales abiertas en la roca del techo por la que penetran los rayos del son haciendo rejuegos de luz.
Los efectos de la luz sobre las claraboyas y la amplia entrada de la cueva debieron impresionar a los indios que hicieron de este lugar una especie de santuario con símbolos pictográficos. Tanto esta cueva como las tres restantes también fueron utilizadas como cementerios por nuestros aborígenes. Por su significación a Punta del Este se le otorgó la condición de Monumento Nacional.

3 comentarios:

pumario dijo...

Hola, sono Mario, scusami se scrivo in italiano, mi interessa sapere l'ubicazione di questa grotta (cueva) visto che non la conosco mi piacerebbe visitarla in Maggio quando sarò a Cuba, grazie.

lixig dijo...

Hola Mario,
scusa si io no scrivo in italiano.
Estas cuevas estan en el Sur de la Isla de la Juventud, si puedes visitarlas te va a fascinar.Te envio después un mapa con la ubicación y fotos.
Saludos.
Olga

pumario dijo...

Hola Olga, grazie per le info, visiterò sicuramente il luogo. Arrivo a Cuba a fine mese, spero di trovare buon tempo. Mario